jueves, 29 de julio de 2010

Pasé la tarde en una película de zombies

Escena en la guardia.
Sale al pasillo la enfermera y pregunta:

Enfermera

"¿Quién es el que estaba con el cerebro infectado" (Miradas estupefactas. Curiosidad. Terror). La enfermera vuelve a mirar la planilla:

"Eh, no, me equivoqué, dedo infectado, ¿quién es el del dedo infectado?".

lunes, 26 de julio de 2010

All the single ladies...

Vivir sola permite decidir preparar un puchero a las diez de la noche porque no hay ganas de llamar al delivery.
Permite sacarte el pijama para ir a tomar algo con un amigo a las doce de la noche, o mirar por tercera vez el capítulo de Glee a la madrugada, si no hay ganas de ver a nadie.
Implica darse cuenta de que cocinar no es tan fácil como parece cuando uno ve a Narda, pero seguir agregando cosas tranquila, porque, total, no hay testigos.
Otras veces, en cambio, vivir sola sólo es infierno puro, como cuando se quema la lamparita de la heladera, el velador se niega a seguir funcionando y en el cajón no quedan más antibióticos. Justo cuando tengo faringitis otra vez.